La NFL ha castigado al quarterback con cuatro partidos y sin salario por su implicación en el escándalo de las pelotas desinfladas.
La liga de fútbol americano (NFL) ha castigado hoy al astro Tom Brady con cuatro partidos de suspensión y sin salario por su implicación en el escándalo de las pelotas desinfladas.
La NFL consideró que la implicación de Brady supone una “conducta perjudicial” para la integridad de la liga, que sancionó también a su equipo, los New England Patriots, con la pérdida de dos selecciones del draft, una en 2016 y otra 2017, y al pago de una multa de un millón de dólares.
“Creemos en la importancia capital de proteger la integridad del juego y confiamos en la meticulosidad y la independencia del informe Wells”, expresó hoy el comisionado de la liga, Roger Goodell.
La semana pasada se publicó el informe de 243 páginas sobre la investigación iniciada al conocerse que los Patriots desinflaron las pelotas empleadas en el partido que ganaron por 45-7 a Indianapolis Colts el 18 de enero. El triunfo les dio el pase al Super Bowl, en el que conquistaron el título de campeones al vencer a los Seattle Seahawks.
Brady estaba al corriente
Según la investigación, Brady “conocía al menos de modo general las actividades inapropiadas” de dos empleados, encargados de rebajar el aire por debajo de lo permitido. Ambos han sido suspendidos de forma indefinida.
Una pelota con menos aire del reglamentado es más fácil de agarrar, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas de lluvia y frío como las de aquel domingo de enero en Foxborough, cerca de Boston.
“La sanción es ridícula y no tiene base legítima”, dijo hoy en un comunicado el agente de Brady, Don Yee, que anunció que recurrirá.
“En mi opinión, este resultado estaba predeterminado, no hubo justicia en la investigación. No hay evidencia de que Tom dirigiera que las pelotas estuvieran a una presión inferior a la permitida”, agregó Yee, que puso en duda la integridad de la liga porque asegura que la NFL actuó en connivencia con Indianapolis Colts.
El escándalo, conocido en los medios estadounidenses como “Deflategate”, levantó peticiones de que los Patriots fueran excluidos del Super Bowl. Desde que la pasada semana se publicó el informe, los analistas y los medios han pedido que Brady fuera castigado de manera ejemplar.
La investigación de la NFL consideró probable que los empleados responsables del equipamiento “Jim McNally y John Jastremski participaran en un plan deliberado para incumplir las normas sacando aire de las pelotas de los Patriots”.
En enero, cuando se desató el escándalo, Brady negó que supiera algo, pero la investigación no lo ve así: “No consideramos plausibles esas afirmaciones que otras evidencias contradicen”.
El informe cita mensajes de texto entre McNally y Jastremski del mes de octubre del año pasado que implican que Brady pedía habitualmente las pelotas un poco desinfladas.
El quarterback se negó a entregar sus datos de llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos a la investigación, pero el registro telefónico de Jastremski muestra que las llamadas con Brady aumentaron después de que las primeras sospechas se hicieran públicas. Tras seis meses de silencio entre ambos, hablaron por teléfono seis veces en tres días.
“Creemos que es improbable que un asistente de equipamiento y un auxiliar de vestuario desinflaran las pelotas sin el conocimiento y la aprobación de Brady”, concluyó la investigación.
Además de ser el marido de la modelo brasileña Giselle Bündchen, Brady, de 37 años, es uno de los grandes quarterbacks de la historia del fútbol americano y una celebridad en Estados Unidos.
Ha jugado seis Super Bowls, tiene cuatro títulos, es uno de los dos jugadores con tres premios MVP en las finales y ostenta los récords de yardas ganadas y de pases para touchdown en los playoffs. Todo ese legado quedará ahora ensombrecido por las acusaciones de “tramposo”.
El jugador, que se perderá así los cuatro primeros partidos con los Patriots la próxima temporada, prefirió la pasada semana no pronunciarse al respecto a la espera de estudiar la incriminación.
“Todo jugador, sin importar sus logros y lo respetado que sea, tiene la obligación de cumplir con las normas y debe ser responsable de sus acciones cuando se violan las normas y se pone en duda la confianza del público en el juego”, escribió la NFL a Brady en la carta con la que le notificó el castigo.
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