ZURICH, Suiza (AP) -- A fin de cuentas, nada pudo detener a Joseph Blatter.
Ni el peor escándalo de corrupción en la historia de la FIFA. Ni la malograda imagen del organismo que dirige desde hace 17 años. Tampoco un joven príncipe que le presentó una batalla más dura de lo que se esperaba.
En medio de una crisis sin precedentes en los 111 años de vida del organismo rector del fútbol, Blatter salió airoso de nuevo el viernes, al conseguir su reelección a la presidencia por un quinto período que deja claro que es el máximo sobreviviente.
"Ahora soy el presidente de todos", dijo el suizo de 79 años tras su coronación, poco después de derrotar al príncipe Alí bin al-Hussein de Jordania para asegurar otros cuatro años como el hombre más poderoso en el fútbol.
Blatter fue declarado ganador cuando el príncipe Alí se retiró tras una primera ronda de votación entre las 209 asociaciones que integran la FIFA. Blatter ganó la primera ronda 133-73, aunque le faltaron siete votos para conseguir la mayoría de dos tercios.
Antes de iniciar la segunda vuelta, en la que una mayoría simple era suficiente, el príncipe de 39 años reconoció la derrota. Al evitar que Blatter ganara abrumadoramente en la primera ronda, el príncipe Alí le dejó un moretón simbólico y demostró que el otrora inmutable líder suizo ha perdido influencia en algunos sectores.
Al menos tres países de Sudamérica, una de las regiones que históricamente apoyaba a Blatter en bloque y la más afectada por el escándalo de corrupción, votaron por el príncipe Alí: Argentina, Chile y Uruguay.
"Quiero agradecer a todos los que tuvieron la valentía de respaldarme", dijo el príncipe Alí.
La FIFA encara sendas investigaciones de las autoridades de Estados Unidos y Suiza, la primera por sobornos en la venta de derechos televisivos y de mercadeo, y la segunda por sospecha de compra de votos en el proceso para otorgar los mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente.
Blatter rechazó un pedido del líder de la UEFA, Michel Platini, para renunciar al cargo, y una vez victorioso, advirtió al fútbol europeo que podría perder influencia en el comité ejecutivo de la FIFA.
El resultado de la votación -en la que cada asociación, por pequeña que sea, tiene un voto que vale lo mismo al de Alemania o Brasil- dejó en evidencia que Blatter conserva el respaldo de muchos países en Africa y Asia, un bloque que cuenta con suficientes miembros como para contrarrestar cualquier alianza en su contra en Europa y otros lugares.
"Me caen bien, me gusta mi trabajo", dijo Blatter a la asamblea, en medio de una mezcla de aplausos y abucheos, al subir a la tarima para ofrecer su discurso de aceptación. "No soy perfecto, nadie es perfecto, pero estoy seguro que haremos un buen trabajo juntos".
Y luego intentó empezar un coro entre los delegado, "¡vamos juntos! ¡Vamos FIFA! ¡Vamos FIFA!".
La votación del viernes se realizó dos días después que siete dirigentes del fútbol, entre ellos dos vicepresidentes y un miembro del comité ejecutivo, fueron arrestados en un hotel de lujo en Zúrich. El Departamento de Justicia estadounidense acusó a 14 personas de sobornos, crimen organizado, lavado de dinero y otros crímenes.
Entre los acusados están dos ex presidentes de la Conmebol, Nicolás Leoz y Eugenio Figueredo, este último además vicepresidente y miembro del comité ejecutivo de la FIFA; el ex mandamás del fútbol brasileño José Maria Marin; el presidente de la federación venezolana, Rafael Esquivel; el líder del fútbol costarricense Eduardo Li; y el presidente de la CONCACAF y vicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb.
En otra pesquisa, las autoridades suizas investigan el proceso de elección de las sedes de los mundiales de 2018 y 2022, que ha estado bajo sospecha de corrupción desde un principio. Además, las autoridades británicas dijeron el viernes que evalúan "material en su poder" relacionado con corrupción en la FIFA.
Blatter no está mencionado en las acusaciones en Estados Unidos, aunque la fiscalía dijo que la pesquisa no ha terminado.
Algunos de los principales patrocinadores también han pedido cambios en la FIFA. Visa dijo el jueves que podría rescindir su contrato, por el que paga al menos 25 millones anuales hasta 2022.
Blatter se presentó como la persona idónea para sacar a la FIFA de las aguas turbias y restaurar la imagen de una organización que bajo su mandato amasó reservas económicas por unos 1.500 millones de dólares.
"Me han responsabilizado por esta tormenta", dijo en su último discurso antes de la votación. "Está bien, está bien. Asumo esa responsabilidad. La asumo. Lo asumo y también quiero aceptar la responsabilidad, volver por el sendero, arreglar la FIFA junto con ustedes".
Blatter mencionó a Dios y Alá en su discurso, y dijo que lo ayudarán a sacar a la FIFA de la crisis.
"Les prometo, al final de mi mandato entregaré la FIFA a mi sucesor en una posición muy sólida, una FIFA buena y robusta".
Blatter fue relegido en 2011 sin contrincante alguno, en medio de promesas de luchar contra la corrupción y respaldar investigaciones sobre el proceso que otorgó los mundiales a Rusia y Catar. El único oponente que tenía entonces, Mohammed bin Hammam, quedó descartado por un escándalo de compra de votos.
La UEFA se reunirá la próxima semana en Berlín antes de la final de la Liga de Campeones. Platini dijo antes de la votación que el organismo podría abandonar la FIFA y retirarse del Mundial si Blatter era relegido.
"Estoy orgulloso porque la UEFA defendió y respaldó un movimiento de cambio en la FIFA, un cambio que en mi opinión es crucial si esta organización quiere recuperar su credibilidad", señaló Platini.
Blatter prometió el viernes cambiar la distribución en el comité ejecutivo, donde Europa tiene ocho de los 25 votos, para otorgar más poder a Oceanía. Además, dijo que el Mundial se quedará con 32 equipos.
El director de la Asociación Inglesa de Fútbol, Greg Dyke, quien votó por el príncipe Alí, dijo que la oposición de Europa a Blatter no mermará.
"Esto no ha terminado, para nada", afirmó. "Los eventos de esta semana son tan traumáticos para la FIFA que no puedo contemplar una reforma en la FIFA con Blatter. Ha tenido (17) años para reformarla, y no lo ha hecho".
Argentina, por años un pilar de Blatter cuando su federación estaba al mando del hoy fenecido Julio Grondona, señaló que era la hora de buscar un cambio.
"Creíamos que había que hacer un cambio y votamos por un cambio", señaló el vicepresidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Rodolfo D'Onofrio. "En las organizaciones hay un tiempo para estar al frente, pero esto no significa que tengamos un buen presidente en los próximos cuatro años".
Sunil Gulati, presidente de la federación estadounidense y miembro del comité ejecutivo, también votó en contra de Blatter.
"Aunque estamos desilusionados por esta elección, seguiremos impulsando un cambio significativo en la FIFA", afirmó. "Nuestra meta es tener un gobierno de la FIFA que sea responsable, que rinda cuentas, transparente y enfocado únicamente en los mejores intereses del deporte".
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