Todas las alarmas se han disparado en Houston porque la última vez que Chris Paul se lesionó, los Rockets fueron eliminados de los Playoffs y este año no saben ganar sin él. El caso es que la derrota en Miami fue mucho más dura para los tejanos que el hecho de ver cortada su racha. Lo peor fue, sin duda, le lesión de su base.
Paul se lesionó en el segundo cuarto. Trató de salvar un balón que perdía ante la defensa de Derrick Jones jr. y se llevó las manos a la parte trasera de su pierna izquierda. Los isquiotibiales habían dicho basta.
CP3 went straight to the locker room after this play. pic.twitter.com/KFWFP3euh7
— Bleacher Report (@BleacherReport) 21 de diciembre de 2018
Aunque Paul será sometido a varias pruebas este viernes, se teme que su baja vaya más allá de las tres semanas. De momento es indefinida, pero será larga. Mike D'Antoni dijo: "Estará un tiempo fuera". Es el que más sabe lo que pierde su equipo. Paul llevaba 12 minutos de acción. Logró cuatro puntos y la lesión llegó a 6:43 para el descanso. Entonces ganaban los Rockets 37-45. Acabaron perdiendo 101-99.
Paul se marchó directamente al vestuario y ya no volvió a aparecer en la pista ni en el banquillo. "Es muy duro para nosotros, porque es un gran base y es necesario en nuestro equipo", dijo Eric Gordon, asumiendo el golpe de la lesión de su compañero.
En los Playoffs del pasado año, Chris Paul sufrió una lesión similar pero en la pierna derecha. Se perdió los partidos 6 y 7 de la eliminatoria ante los Warriors. Ambos los perdió Houston y quedó eliminado.
Y este año, los Rockets acumulan un 0-5 cuando no ha jugado Paul. Una muestra inequívoca de la importancia del base dentro de la rotación tejana. Es la quinta lesión de isquiotibiales que sufre Paul a lo largo de su carrera.
fuente marca.com
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